martes, 19 de enero de 2010

La gran lacra de la sociedad japonesa

Hoy ha salido la noticia de que Daisuke Gori, famoso Seiyu (las personas encargadas de darles voces a los personajes anime), se ha suicidado.
Esto me ha recordado que uno de los grandes problemas de Japón son el numero de suicidios al año, uno de los índices mal altos del mundo.
Todo el mundo al vincular la palabra suicidio con Japón nos viene a la mente los kamikaze de la segunda guerra mundial, o el ritual del harakiri de los samurais. Pero hoy en día las causas de los suicidios son bien distintas. Lo que ha supsistido hasta estos tiempos es un gran sentido del deber en la sociedad japonesa.
Desde pequeños les inculcan que tienen un objetivo en la vida, y que deben cumplir con su rol en la sociedad. Básicamente organizan toda su vida en función de ese rol, o deber que tienen.
En el caso de los trabajadores, el trabajo ocupa con mucho la primera posición en la dedicación de una persona. La familia queda muchas veces relegada a un segundo lugar.
Esto por lo común genera una gran presión social y personal, sino cumples con las expectativas que tiene para ti la sociedad eres poco menos que un paria. Que a su vez genera una gran competencia estudiantil,laboral y social.
Mientras que aquí lo primero es nuestra familia, y el trabajo casi siempre es una fuente de sustento (vamos que el dinerito es lo que buscamos); en Japón existe un fuerte sentido del deber y responsabilidad donde el trabajo es algo mas que un medio de sustento; es una obligación personal consigo mismo con su jefe y con la sociedad en general.
Esto provoca que cuando las cosas no van como debieran bueno....ya sabéis lo que quiero decir. El mes de marzo es el mes mas fatídico, mes en el que se produce la mayoría de negociaciones laborales y los exámenes de acceso a la universidad.
La franja de edad con mayor índice de suicidios es de los 25-50 años, y es en lo hombres donde se produce con mas frecuencia.
El metro es el lugar favorito para los suicidas, muchas noticias han salido de personas que se tiran a la vías del metro. La cosa ha llegado a tal punto que en muchas estaciones hay barreras protectoras mientras no llega el tren.
Además las familias de lo suicidas tienen que hacerse cargo de los desperfectos ocasionados por estés (parece impensable en España).
Japón es un país tecnologicamente puntero, con unos estudiantes entre los mejorcito del mundo con un gran nivel estudiantil y un mercado laboral de una productividad impresionante. Pero... a que precio...todo esto esta basado en un sistema terriblemente competitivo, donde las personas son casi autómatas. Desde que son pequeños los meten en sus uniformes de colegio (todos los colegios en Japón son uniformados), y cuando acaban su vida estudiantil se ponen el traje para ir a la oficina.


En fin una pena y una lacra para la sociedad Japonesa.

Hasta el próximo post, que sera mas alegre.

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